SIELE
(CELA-CEPE-UNAM, DELE, DCL, TEST ELYTE, SIELE, etc.)
Los reyes de España aprobaron en México el inicio de actividades del Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (Siele), una evaluación internacional del dominio del idioma español que se aplicará a partir del próximo curso académico y englobará a todos los países hispanohablantes.
En un acto en el Antiguo Colegio de San Ildefonso de la capital mexicana, Felipe VI y Letizia firmaron el protocolo de aprobación de actividades iniciales junto con el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, y los rectores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro, y de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández.
Estas tres instituciones serán las encargadas de impulsar esta iniciativa que se hace en el marco de « un mundo globalizado » en el que « la acreditación del conocimiento de lenguas está cobrando un auge realmente extraordinario », dijo García de la Concha.
Esta será la primera vez en el ámbito del español en que una prueba « de evaluación y certificación de nuestro idioma incluya textos orales y escritos procedentes de todo el mundo hispanohablante », añadió el académico.
El rector de la UNAM, que es la mayor universidad del mundo hispánico, explicó a su vez que esta prueba de evaluación es parte de las « responsabilidades » de « transmitirlo » y « cultivarlo », y la calificó de « una aventura cultural extraordinaria. »
El Siele se pondrá en marcha a comienzos del próximo curso académico y durante los tres primeros años se implantará especialmente en Brasil, donde está previsto que haya 120 centros de examen; en Estados Unidos, con 100 centros, y en China con 60.
Las previsiones iniciales establecen un mínimo de 300.000 candidatos anuales, que se elevarán a 750.000 en el plazo de cinco años.
El examen constará de cuatro pruebas:
- comprensión de lectura
- comprensión auditiva
- expresión e interacción escritas
- expresión e interacción orales
Todas se realizarán por medios electrónicos y conexión en línea, por medio de un sistema de cita previa en centros de examen autorizados.
Los textos de lectura y las audiciones incorporarán las diferentes variedades geográficas de la lengua estándar, mientras que en la producción escrita y oral de los examinandos se admitirá toda norma hispánica.
« Si queremos que nuestra lengua se afirme como segunda lengua de comunicación internacional debemos superar la visión de corto alcance, centrada en lo de cada uno, y poner en común los recursos de todos para lograr un objetivo que redundará en beneficio común », dijo Felipe VI.
En su discurso el monarca señaló que « faltaba en el universo de la enseñanza del español » un « certificado ágil y de gran prestigio que se situara en la línea de los que ofrece la lengua inglesa ».
La segunda jornada de la visita de Estado de los reyes, la primera a un país iberoamericano de su reinado, arrancó hoy con un acto en el Senado e incluyó un foro empresarial así como un almuerzo con representantes de la sociedad mexicana, y concluyó con un encuentro con la colonia española
Presse
El castellano:
Carta a un editor español, julio de 2015
En esta carta, dirigida a un editor español, Eduardo Subirats (Dept. of Spanish and Portuguese, New York University) analiza las implicaciones ideológicas de la política de “corrección de estilo” de las editoriales españolas “importantes”, es decir, de aquellas que tienen una expansión comercial en América latina. E. Subirats critica, en primer lugar, el sometimiento de los editores españoles al Diccionario de la Real Academia Española (RAE), que adoptan como “suprema autoridad y dueño absoluto de las palabras que pueden o no pueden pronunciarse con legitimidad.” Asimismo, cuestiona la censura del uso de “americanismos” –sustituidos sistemáticamente por españolismos–, lo que constituye en su opinión una forma de apuntalar a la fuerza el control de la lengua española por parte de España mediante la uniformización y la masificación lingüísticas. E. Subirats critica la obsesiva españolización de los nombres de ciudades mundiales, actitud que considera un anacronismo de la edad imperial, cuyo poder de falsificación lingüística eliminó o adulteró los nombres de ciudades sagradas, deformó la denominación de regiones enteras y suplantó impunemente los nombres de los dioses y las diosas de América. Como señala E. Subirats: “[…] esta obsesión de cambiar, imponer, unificar y normalizar los nombres de las cosas, cuando ya no se tiene el poder de dominarlas, constituye una definición mínima de anacronismo.” Finalmente, Eduardo Subirats realiza una revisión crítica de la “traducción al castellano de los nombres de reformas en el pensamiento y la cultura, a los que el mismo tradicionalismo que sustenta la Real Academia les cerró violentamente el paso con inquisiciones y crímenes, y un reiterado ninguneo a lo largo de los siglos”. Como señala Subirats, Humanismus, Reform, Enlightenment, Droits de l’homme, Liberalism, Open society, etc., son algunos de esos nombres vertidos al castellano por signos que en la “realidad histórica de España” carecen rigurosamente de referentes, gracias a las estrategias de su “limpieza” teológica, étnica, política y también lingüística.” Bonne lecture
Pépite langagière
La historia y origen del castellano.
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Disponible en BNE dernière mise à jour juin 2014.
Darío Villanueva: Habla y da Esplendor
Solo tres días estuvieron reunidos en Chile los 22 directores de las Academias de la Lengua Española y algunos de sus connotados miembros. El motivo era celebrar a una de sus academias hermanas, la chilena, en sus 130 años de existencia. Por eso, además de participar en la ceremonia oficial del aniversario en el Instituto de Chile, en una recepción en la embajada de España, se dieron el tiempo para la « foto familiar ».
El Licenciado en Filología Románica por la Universidad de Santiago de Compostela -donde llegó a ser rector entre 1994 y 2002- y doctor en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Madrid, se convirtió en el trigésimo director de la Real Academia Española, de la que era secretario desde 2009. Como tal, le tocó coordinar los festejos de los 300 años que la RAE cumplió en 2013.
Tomada la fotografía, los académicos se han ido a un almuerzo.
-¿Quiere darle un sello especial a su mandato en la RAE?
« Lo fundamental es asentar definitivamente la Real Academia Española en la sociedad digital. Y luego, no menos importante, resolver el desequilibrio económico de nuestro presupuesto en los tres últimos años, como fruto de la crisis económica que padece España ».
El aporte estatal a la RAE, que en su mejor momento era de 3,6 millones de euros, lo que representaba cerca del 50 por ciento del presupuesto total -8 millones de euros-, ahora es de 1,6 millones. « El descenso del aporte del Estado ha sido fuerte -afirmó Villanueva-, pero estamos padeciendo otras dos crisis ». Una de estas es la crisis editorial, ya que la RAE tiene recursos propios gracias a sus obras: diccionarios, gramáticas, ortografías, libros de estilo. Lo explica con cifras: « La vigesimotercera edición del ‘Diccionario de la Lengua Española’, DLE, que presentamos en Madrid en octubre del año pasado y el 2 de diciembre en la Feria del Libro de Guadalajara, ha vendido entre España y América unos 40 mil ejemplares. En cambio, la edición anterior, del año 2001, solo en lo que fue la campaña de Navidad vendió 100 mil ejemplares ».
La otra crisis viene de la Fundación Pro RAE: « Se constituyó hace ya 22 años, bajo los auspicios del rey Juan Carlos I, tiene un capital importante, y con los rendimientos financieros de ese capital atiende a parte de nuestro presupuesto. Y esos rendimientos financieros también han bajado ».
Para afrotnar la crisis han creado una sociedad de gestión, que él preside y está formada por académicos. « Es un instrumento, porque con la creciente preocupación económica, el pleno de la Academia estaba dedicándose más a cuestiones de tipo económico que de tipo lingüístico ».
« La edición 2001 del diccionario se puso inmediatamente en la red, digitalizada para consulta, con un éxito verdaderamente extraordinario. El mes pasado, el diccionario en línea, que tiene acceso gratuito, ha tenido 41 millones de consultas. Esta semana hemos puesto ya la vigesimotercera edición. La transición es muy clara: hasta ahora nosotros hacíamos un diccionario libro que digitalizamos; a partir de ahora haremos un diccionario digital del que haremos libros ».
« Una de las ventajas que tiene el diccionario digital es que ya no le aquejan problemas de espacio. Entonceshemos acordado volver al espíritu de lo que fue el ‘Diccionario de autoridades’ (1726-1739). En el año 1870 la academia convino que un diccionario de seis tomos no es un diccionario de uso, entonces prescindieron de las autoridades para dejarlo en uno solo. Ahora nuestro planteamiento va en línea contraria: recuperar ejemplos, que serían las autoridades, en cada uno de los lemas y de las acepciones. Es algo que ya estamos haciendo, porque el diccionario lo construimos con la ayuda de un instrumento magnífico que es el ‘Corpus del español del siglo XXI’. Es una gran base de datos, en donde metemos cada año 25 millones de formas, 25 millones de realizaciones concretas de las palabras del español, tomadas en un 70 por ciento de América y un 30 por ciento de España. Las fuentes son orales: radio, televisión, música; y escritas: prensa, literatura, política, etc. Tenemos un mapa magnífico de las palabras en su contexto. Son fuentes de la literatura, y también lo son ustedes, los periodistas. Estamos continuamente capturando de los periódicos ejemplos para este corpus que está funcionando desde el año 2001, y ya tenemos 250 millones de formas codificadas que se pueden consultar en nuestra página web ».
« En el pasado, España era la que marcaba la norma, era la referencia. Bueno, eso está absolutamente superado, nosotros hoy trabajamos con las academias de Asale, admitiendo entre todos el policentrismo del español, y aplicando en nuestros trabajos una política panhispánica. Esto en primer lugar flexibiliza el carácter normativizador, porque tiene que recoger todas las variantes de nuestra lengua a lo largo de los espacios tan amplios donde está extendida. A mí, personalmente, me desagrada mucho esa idea de la academia como una especie de policía de la lengua ».
-¿Ven en Twitter y otras redes sociales una amenaza para el idioma?
« En los análisis DAFO que hacen las empresas y las corporaciones, es decir, Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades, ocurre una cosa muy curiosa y es que a veces un fenómeno es una amenaza y, al mismo tiempo, una oportunidad. Yo creo que eso es lo que nos ocurre con el mundo digital. Nosotros tenemos cerca de 900 mil seguidores en Twitter, y muchas veces los tuits que nos mandan son consultas. Es cierto que en algunas de esas comunicaciones se utiliza un código que no es el normativo del idioma, pero a mí eso no me preocupa porque siempre ha ocurrido. Por ejemplo, cuando se inventa el telegrama, en el último tercio del siglo XIX, se cobra por palabra, entonces la gente prescinde de las preposiciones, de los artículos, para gastar menos. Bueno, eso no ha deteriorado el idioma, porque es algo que se hace en función del circuito en el que se está comunicando. A veces en Twitter se dicen auténticas tonterías, pero otras veces se nota el ingenio de quien con pocos caracteres dice muchas cosas. A mí Twitter me gusta mucho, porque obliga a la concisión ».
-Otra amenaza recurrente es la influencia de lenguas foráneas y particularmente del inglés. ¿Es en ese sentido que usted ha hablado del « papanatismo » lingüístico?
« Sí, porque nosotros tenemos una lengua muy rica, entonces me exaspera el papanatismo de usar palabras inglesas que son absolutamente innecesarias. En España esto es una auténtica plaga; por ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid, en la Plaza de Cibeles, donde tiene su sede, ha puesto en el edificio una gran pancarta que dice « Welcome refugees ». ¿Qué sentido tiene eso? Es decir, los refugiados van a venir a España, y no son ingleses ni son angloparlantes; son sirios, son armenios, son paquistaníes. ¿Qué mentalidad hay detrás de esa estupidez de saludar no con el idioma de tu país, que es además el idioma de 24 países, sino ponerlo en inglés? Y también ocurre mucho en la publicidad. Nosotros estamos ahora con la academia de publicidad intentando organizar una reunión para poner un poco de coto a esto. El inglés tiene mucho prestigio, pero ahora hay esa estupidez de creer que, por poner una cosa en inglés, la mejoras. Es como un complejo de inferioridad. Contra eso sí que hay que luchar ».
Adaptado de http://www.economiaynegocios.cl